El Bitcoin, la primera criptomoneda lanzada al mercado, fue creada por Satoshi Nakamoto (pseudónimo) en 2008 tras la crisis financiera que afectó al mundo; esta divisa digital tenía como base un ideal libertario y buscaba poner en jaque a las instituciones monetarias y financieras tradicionales.
Conocido en el mundo de los mercados bajo las siglas BTC, el bitcoin usa la criptografía para garantizar que su gestión sea descentralizada, es decir, que no pueda ser regulado por ninguna institución u organismo bancario, lo que a su vez hace que las criptomonedas sean volátiles.
Este año al bitcoin no le ha ido muy bien, ya que ha perdido más de la mitad de su valor en 2022.
Ahora, con un precio que ronda los USD 24,000 en la apertura de Wall Street del 20 de julio y los buenos tiempos siguen avanzando en los mercados de criptomonedas.
Las ganancias en veinticuatro horas del par se mantuvieron en casi un 8% y los rendimientos semanales se acercaron al 25%, ya que Bitcoin y las altcoins se beneficiaron de la caída del dólar estadounidense y la subida de los mercados bursátiles.
A pesar del avance y alcance que ha tenido el Bitcoin y otros activos digitales de gran talla como Ethereum, organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) aún se muestran dudosos sobre los “pros” de este tipo de criptomonedas.
En este momento ronda entre los 23,310.00 USD y con esto logra repuntar un poco y dar un respiro a sus inversiones. Deja cuerdo con CoinDesk, el Bitcoin subió un 5%, abriendo el lunes por la mañana por encima de la marca de 22,000 dólares por primera vez desde la sangrienta caída de junio (un 34 % en total). Dicho desplome en el mercado de criptodivisas se produjo por el indicador de “miedo extremo”, alcanzando uno de los valores más bajos de la historia, de seis puntos, según el Crypto Fear & Greed Index, pero actualmente ha aumentado la confianza de los inversores y ahora se sitúa el índice en veinte puntos.