A su recién llegada a Twitter del empresario, inversor y magnate sudafricano, Elon Musk, quien compró la red social el 27 de octubre 2022 por la no tan mínima cantidad de 44,000 millones de dólares, han salido a la luz algunos inconvenientes desde su adquisición o bien, en este primer mes del año 2023.
Tras el inicio de su posesión, se rumoraba a principios de noviembre despidos masivos a razón del pago fijo por la plataforma social y que fue confirmado por el Canal de Noticias y Negocios del Consumidor o por sus siglas en inglés CNBC, que dio a conocer el pasado viernes que la compañía Twitter ya solo contaba con 1300 empleados de los 7500 que eran al inicio de su entrada. Prácticamente el 80% de personal fue despedido, dejando solo a 550 ingenieros de tiempo completo, 20 personas de equipo de seguridad y fiabilidad, entre otros.
No conforme con la cantidad ahorrada de sueldos de más de 6000 personas, puso en venta en una subasta gran parte del inmobiliario corporativo de las oficias de San Francisco, todo con el fin de sufragar las pérdidas.
Entre otras novedades que afecta el estado económico y la imagen representativa del dueño de Twitter, Musk enfrenta una demanda de una de las corporaciones que gestiona el rey Carlos III en Reino Unido, Crown Estate, por la falta de pagos del alquiler de las oficinas de Twitter en Piccadilly Circus, Londres.
Por otra parte, como si el caos cotidiano de Twitter no fuera suficiente, se añade la falta de pagos de las oficias centrales de la compañía en San Francisco. El propietario del edificio en Estados Unidos, SRI Nine Market Square LLC, menciona que la empresa debe aproximadamente 3.4 millones de dólares que corresponden al pago de alquiler del mes de diciembre, así como un segundo pago similar para el mes de enero.
Por lo mientras, Musk se plantea recaudar hasta 3,000 millones de dólares por la venta de nuevas acciones de la red social, justamente para liquidar parte de la deuda de 13,000 millones de dólares por la compra de su adquisición digital.